
¿Cómo conducir bajo la lluvia?
Para conducir con lluvia es imprescindible tener preparados una serie de elementos de nuestro vehículo, como es estado de las llantas, los amortiguadores, los frenos, los limpiabrisas, pero también requiere una mayor atención al volante, por eso a continuación damos una serie de pautas para circular con seguridad en días de lluvia.
Ser más estricto en la preinspección operacional.
Antes de empezar tu viaje, siempre debes asegurarte de que el vehículo esté en buenas
condiciones de funcionamiento.
Te aconsejamos verificar con especial atención si las llantas están en óptimas condiciones como para circular por vías resbaladizas. Otros componentes importantes que tienes que revisar son las luces, los limpiabrisas, las luces traseras y la bocina.
Usar el parabrisas constantemente
Tener un campo de visión claro desde el interior del vehículo es tan importante como iluminar el camino para visualizar la carretera. Es por esta razón que debes limpiar el parabrisas antes, durante y después de cada uno de tus viajes.
Cuando la lluvia es muy fuerte, puede distorsionar la visión del conductor y hacer que las cosas parezcan más lejanas de lo que están. Evita que el parabrisas de tu auto se empañe y límpialo para eliminar el exceso de humedad del vidrio. De esta forma, tendrás una vista perfecta de la vía en todo momento.
Adecuar la velocidad.
Conducir más lento de lo habitual, la lluvia puede modificar las condiciones de la calzada y reducir nuestra visibilidad por eso es básico que lo primero que hagas sea reducir la velocidad, adecuándola a la situación y al estado del asfalto. También es importante que aumentes la distancia de seguridad para reaccionar más rápido ante cualquier imprevisto. Además, evitarás el “efecto spray”, el agua pulverizada que sale disparada de las ruedas del vehículo de delante, y que puede reducir nuestra visión.
Cuando la vía está mojada, el auto tiene que adaptarse a una menor tracción, por lo que tarda más en reaccionar al frenar y girar. Teniendo esto en cuenta, lo mejor es reducir la velocidad de forma considerable, así mantendrás tu seguridad y la de tus pasajeros.
Enciende las luces
La mayoría de las veces, la lluvia intensa va acompañada de niebla o bruma. Esto dificulta aún más la visión de los conductores. En estos casos, es vital que enciendas las luces del vehículo para poder ver mejor y calcular la distancia que hay entre tu vehículo y los que van frente a ti.
Los autos más modernos están equipados con potentes faros LED y luces antiniebla que iluminan una zona más amplia delante del vehículo.
Mantener las luces encendidas al conducir en condiciones climáticas adversas te permitirá tener una mejor visibilidad. Asimismo, esta es una buena forma de recordarle a los peatones y otros conductores que estás ahí
Aumenta la distancia de separación entre vehículos
En situaciones cotidianas, deberías mantener las siguientes distancias de acuerdo con lo establecido en el art. 108 del código nacional de tránsito:
- Para velocidades de hasta treinta (30) kilómetros por hora, diez (10) metros.
- Para velocidades entre treinta (30) y sesenta (60) kilómetros por hora, veinte (20) metros.
- Para velocidades entre sesenta (60) y ochenta (80) kilómetros por hora, veinticinco (25) metros.
En todos los casos, el conductor: deberá atender al estado del suelo, humedad, visibilidad, peso del vehículo y otras condiciones que puedan alterar la capacidad de frenado de éste, manteniendo una distancia prudente con el vehículo que antecede.
No obstante, cuando conduces bajo una lluvia intensa, debes considerar el tiempo que tardará tu auto en reaccionar, reducir la velocidad y detenerse.
Las vías mojadas suelen hacer que las llantas resbalen o patinen antes de detenerse por completo, así que es esencial duplicar la distancia de seguimiento para evitar accidentes.
Frenar con suavidad.
Para circular con seguridad deberemos anticiparnos. Al acercarnos a una curva, o cuando veamos que los de delante van reduciendo la marcha, deberemos tocar el pedal de freno con más suavidad ya que con el suelo mojado la distancia de frenado aumenta.
De la misma forma, cualquier cambio de dirección o maniobra deberá ser progresivo y lo más suave posible para evitar reacciones inesperadas. No te olvides de poner las luces intermitentes, así los otros serán conscientes de tus movimientos.
Atención a la señalización.
Con la lluvia la pintura que delimita la vía y divide los carriles puede llegar a ser resbaladiza, por lo que debes intentar no pisarla con el vehículo, especialmente cuando tengas la dirección girada, o cuando quieras acelerar. Lo mismo ocurre con los pasos peatonales.
Evitar el aquaplaning.
La lluvia puede crear una película de agua acumulada en el asfalto que haga que las llantas no se adhieran y resbalen. Lo primero que tienes que saber es que a mayor velocidad, más alto será el riesgo de sufrir este efecto. Si te ocurre lo primero que notarás será que la dirección empieza a flotar y en ningún caso deberás frenar de golpe, ni variar la dirección del volante, sino que tendrás que levantar el pie del acelerador y sujetar con firmeza el volante hasta que las ruedas recuperen adherencia.
¡Ahora sabes cómo conducir un auto bajo la lluvia! Esperamos que este artículo te haya sido de ayuda. Sigue estos consejos y ponlos en práctica la próxima vez que debas viajar en condiciones adversas. ¡No olvides priorizar tu seguridad y la de tus pasajeros!